Entre los más miserables y a un nivel similar a los bancos se encuentran los aeropuertos y las compañías aéreas.
Desconozco los costes que tienen ambas pero desde el punto de vista del usuario se trata de un servicio extremadamente caro, especialmente en vuelos intercontinentales, en el que el precio suele subir de forma equivalente a la bajada en calidad.
Lo más barato que se puede encontrar para un vuelo de ida / vuelta Madrid – Lima sale por más de 800€. Para mí eso es mucho dinero. A cambio eres tratado como ganado desde que pones un pie en el aeropuerto hasta que sales de él.
Nada más empezar tienes que hacer una cola desesperante para conseguir tu tarjeta de embarque. La cola avanza extremadamente lenta y no entiendo el motivo. Das tu pasaporte, encuentran tu vuelo, pesan tu maleta y te dan la tarjeta. Pues algo más debe haber. Yo he visto auténticas negociaciones en esos mostradores aunque desconozco el contenido de las mismas.
Pensaba que lo anterior era difícil de superar, pero la última vez me dieron un par de formularios de inmigraciones mientras estaba en la cola, para que los rellenase con el bolígrafo que no me dieron y apoyándome en el aire (o la espalda del desconocido de delante) mientras la cola avanzaba y yo empujaba mi equipaje. Las instrucciones fueron “Por favor, rellénelos antes de llegar al mostrador”. Pues vale.
Entiendo que las cosas son como son por mi desconocimiento sobre el tema pero no comprendo nada.
– En el control de seguridad puedes pasar 10 botellas de 100ml pero no una botella de 1l. Estupefacto me quedo.
– He pasado con exactamente la misma ropa por unos cuantos detectores de metales. Han saltado de forma aleatoria. No me vale la explicación de la distinta sensibilidad de la máquina. Deberían estar configuradas a la misma.
– No existe criterio de seguridad común. Unos días puedes pasar con unos productos, otros días no. Un día vas con varios componentes electrónicos en la maleta y no pasa nada. Otro día vas únicamente con el cargador del móvil y te hacen abrir la maleta para ver qué es ese cable. ¿En serio?
Teniendo en cuenta todo lo anterior, yo ya hago el mínimo caso a las instrucciones de seguridad. Me quito el abrigo y dejo monedas, llaves y móvil en la bandeja. Si llevo portátil lo pongo en otra bandeja. El resto que se lo curren. Y si se satura el control de seguridad (más de lo que ya lo está) pues es lo que hay.
Muchas veces piden que vacíes los bolsillos en la bandeja para así evitar olvidos y agilizar el proceso. ¿Perdona? Si piensas que voy a vaciar mis bolsillos en la bandeja ya puedes ir sentándote y esperar, chato. Cada vez que pasas el detector, todo lo que llevas se queda en una bandeja por la que nadie se hace responsable. Si tu bandeja pasa el control pero tú no, tu bandeja queda al alcance de cualquiera hasta que tú consigues volver a pasar por el detector o incluso mientras te cachean como a un delincuente. Si al llegar a tu bandeja falta algo… mala suerte.
Por otra parte, ver todo lo que quitan a los pasajeros en el control de seguridad y tiran a la basura (o se lo quedan ellos) es para echarse a llorar. Pasta de dientes, espumas de afeitar, desodorantes, cremas solares, maquillajes, colonias, perfumes, bebidas, … muchas veces nuevos. Todo por motivos de seguridad que al menos a mí no me han explicado y que no entiendo.
Lo que me saca de quicio es que quiten a todo el mundo el agua. Esto no sería tan malo si al pasar el control hubiera fuentes de agua o máquinas que vendieran botellas de agua al precio de mercado normal. Pero no es así. Te roban obligatoriamente el agua para que puedas volver a comprar más agua a varias veces su precio (he llegado a ver el medio litro de agua a 3 dólares la botella).
Yo pensaba que la zona de embarque era una zona Duty Free con precios más bajos para vuelos internacionales. He dejado de pensarlo. Ahí lo único free es el robo. Todo es carísimo pero aún así te piden el pasaporte y la tarjeta de embarque cuando pagas, para mantener el teatro.
Tampoco entiendo que los precios en la zona de embarque no estén controlados y limitados. No se trata de libre mercado. Se trata de permanecer en una zona del aeropuerto en la que no tienes otras opciones. Comprar un refresco por 5 dólares se ve como algo normal. No hay alternativa. Es de los robos más descarados que he visto nunca.
Lo más surrealista en cuanto al control de seguridad ha sido en un vuelo La Paz – Madrid con escala en Lima. Paso el control de seguridad en La Paz, subo al avión y al bajar voy directamente a la zona de conexiones internacionales en Lima. ¡¡Pues me hacen pasar de nuevo por el control de seguridad!! Miren señores, si ahora tengo algo que no tenía en el anterior control, es cagalera por el café que me han dado en el vuelo. Nada más. Encima, como “apenas hay control y no hay nada informatizado”, una chica recorría la cola preguntando a todo el mundo desde dónde venía y a dónde iba para recogerlo en un folio mediante palitos que hacía parecer el folio la pared de la celda de una cárcel.
En el momento de embarque, la compañía te pide que a cambio del gran trato que estás recibiendo, colabores y embarques por orden según la fila en la que está tu asiento. Lo contrario dificultaría aún más el tetris que hay que hacer en la cabina para conseguir que todo encaje perfectamente en los minisitios.
No voy a entrar en el daño medioambiental. No ya por el combustible sino por la cantidad de residuos generados en aeropuertos y en los propios vuelos.
Fin de otra pataleta más. Ya me siento listo para escribir los siguientes posts libres de mierda.