Archive for July, 2012

Estimado Carril Bici

July 25, 2012

¡¡¡ME CAGO EN TU PUTA MADRE Y EN LA DEL IDIOTA QUE TE CREÓ!!!

Porque hay que ser un genio para pintar un trozo de acera de color rojo y decidir que eso soluciona el problema de ir en bici por una ciudad. Y seguir pintando aceras y decir que cada vez hay más carril bici en Madrid. IDIOTAS.

1.- Pintar de rojo una parte de la acera no impide que los adultos, niños, perros, padres con el carrito del niño, etc, circulen por él. Por el contrario, franja roja que ve una persona, ahí que va.

2.- Cada vez que termina una manzana se acaba el carril bici, normalmente con una magnífica pequeña curva para adaptarse al semáforo. Es cojonudo tener que parar en todas las manzanas del camino.

3.- Si el semáforo está en ámbar para los coches, también hay que parar porque es imposible que un coche te vea llegar, ya que llegas mucho más rápido que un peatón. Imposible.

4.- Ir en bicicleta por el carril bici es un peligro para los peatones que por supuesto tienen derecho a decir que vayas más despacio.

5.- Si dejo el carril bici y me pongo en mitad de uno de los carriles de la calle, puedo notar cómo la gente se acuerda de mi familia. Eso cuando no te llega una señora y te dice: “¡¡Vete por el carril bici!! ¡¡Que te va a pasar algo!!”. La intención es magnífica, incluso aunque la frase pueda tener cierto tono mafioso, pero, ¿me puede dar una solución a ir en bici por Madrid en lugar de decirme esta gilipollez?

Ya sé que es peligroso ir en bici por ciudad. Tengo todo el cuidado que puedo y me hago ver todo lo posible, además de intentar fijarme en todo lo que hay a mi alrededor pero, ¿qué puedo hacer yo? No ir en bici por la calle porque la gente no respeta a los ciclistas ni tiene cuidado (en este carril cabemos tu bici, mi coche y sobra espacio es lo que parecen pensar muchos conductores) es como decir que no cruces por un paso de cebra porque la gente no los respeta.

Como los que te comen el culo igual que cuando vas en coche. Dan ganas de picar los frenos cuando vas a 15km/h, dejar que te tiren de la bici y denunciarles.

Estaré equivocado en muchas cosas, pero ahora, cada vez que vea una bicicrítica atascando La Castellana, me alegraré cada vez más. No me parece la forma de protestar pero tampoco veo que se esté haciendo nada por arreglar el problema o concienciar a los conductores. Eso sí, espero estar al tanto de los días de estas protestas no vaya a ser yo uno de los conductores cabreados que digan en la TV “A esto no hay derecho. Estos señores me tienen aquí secuestrado”. Bueno, esto cuando me dejen un coche porque ni lo tengo ni lo quiero. Esto tiene un poco de trampa, tengo moto.

Hala, la pataleta no vale para nada, pero me relaja un poco. Hasta hace poco me callaba. Últimamente me ha dado por pegar gritos a la gente como si yo tuviera la rabia o estuviera endemoniado. Luego me arrepiento un poco pero, como digo, últimamente no puedo evitarlo. Igual se me pasa cuando alguno me responda y me cruce la cara, porque no tengo media leche, así que, como para meterme en una pelea estoy.

Vídeos

July 21, 2012

Aquí va un grupo de vídeos que me han gustado. Todos, excepto el primero, me los ha pasado mi amigo Jano.

The MIDWAY Film Trailer

The Most Astounding Fact – Neil deGrasse Tyson

The Holstee Manifesto

La página de Holstee.

La Novia Psicópata

Y por último uno de coña. La primera vez que lo vi no me dijo mucho. Ahora, cuanto más lo veo, más me río.

Y su página o la de su club de fans. Con cosas graciosas.

 

Bonus Track

http://whilstinsf.tumblr.com/post/23352135692/when-the-sick-sit-next-to-you-on-the-bart-rail

El Fruto del Baobab

July 20, 2012

Espero que esto no sea un atajo a un nuevo cólico nefrítico, que parece ser que ya ha terminado.

Como dicen aquí el Baobab es un árbol que crece en África y parece plantado al revés. Hay varias especies pero algunas realmente parecen un árbol al revés.

Por lo visto se aprovecha todo en el baobab, pero yo he conseguido hacerme con uno de los frutos, que son una mala bestia con una corteza dura como para romper encimeras.

Una vez abierto, se encuentra la pulpa deshidratada, con aspecto polvoriento, de color blanquecino y de sabor ligeramente ácido.

La pulpa se divide en pequeñas aglomeraciones harinosas que encierran múltiples semillas.

Esta pulpa deshidratada es soluble en agua y, además de fibras solubles en agua, contiene 6 veces más vitamina C que una naranja. También contiene otras vitaminas y minerales.

Una de las formas de tomar la pulpa del Baobab es preparando con ella Zumo de Buoy:

En un vaso poner una cuchara sopera abundante de pulpa de baobab, añadir el azúcar, mejor si de caña integral, y una cucharita de postre de leche evaporada (o yogur líquido en su lugar). Añadir el agua poco a poco, mezclando con cuidado para que no formen grumos. Añadir un par de gotas de esencia de vainilla (también se puede usar agua de azahar) y una pizca de nuez moscada. Llenar el vaso y dejar descansar en la nevera una hora. Tomar bien frío.

Pues fenomenal. Tenía curiosidad por el baobab. Lo probaré y me da que me olvidaré porque por muy sano que sea no es algo fácil de encontrar. Aunque en la tienda donde compré el fruto, me dieron una pequeña tarrina de helado de Baobab para probar y estaba bien, con cierto sabor cítrico.

On Fire (II)

July 7, 2012

3 días después de hacer los 100km / 10h jugué al fútbol con la gente del trabajo. No tenía agujetas pero notaba los músculos de los muslos como bastante cansados. En el primer regate que hice, salí en carrera tras la pelota y me dio un trallazo tremendo en la ingle. Ni un minuto duré en el partido. A partir de ahí estuve de portero con menos movilidad que el de un futbolín.

Como me dolía mucho y nunca me ha pasado algo similar, en aquel momento decidí ir a urgencias tras el partido. En urgencias me movieron la pierna CON EL PANTALÓN VAQUERO PUESTO en varias direcciones para decirme que era un simple tirón pero fuerte. Por escrito es una distensión muscular que queda más chulo. La culpa es mía por hacer deporte cuando debería estar haciendo botellón. Me recetó un protector de estómago, un antiinflamatorio y dos semanas de reposo deportivo total y, de nuevo, “hala majo, para casa”.

No muy contento con la exploración decidí probar suerte de nuevo durante la semana siguiente. Como una cita con el traumatólogo tardaba días, conseguí cita con una médico rehabilitador que pasaba un día por semana en una consulta de “fisios”. Más de lo mismo. Mismos movimientos con el MISMO PANTALÓN VAQUERO PUESTO y mismo diagnóstico.

Tras las dos semanas de reposo, cogí la bici en una de las marchas más flojas y pedaleé 2 manzanas en ella para lavarla. Al día siguiente me volvió a doler la pierna. Pedí hora con el traumatólogo. No iba a parar hasta que me hicieran quitar los vaqueros y me manosearan bien la ingle. Tuve que conformarme con que me viera la pierna sin el pantalón. Tras algunos movimientos / estiramientos me pidió que me hiciera una ecografía del muslo.

Ayer, tras mi éxito con las recetas, era cuando tenía cita para dicha ecografía. Al poco de comenzar, el técnico, argentino, detectó una rotura fibrilar con el comentario de “Hacía tiempo que no veía una tan grande”. Qué pena que un comentario tan jugoso fuera en un momento en el que yo tuviera poco humor.

Además de donde estaba el roto, le indiqué que me molestaba también en otro punto, para que le echara un vistazo. Le echó un vistazo con no mucho interés en mi opinión y dejó el “lector” en su soporte.

Aquí es cuando empecé uno de mis pequeños shows, harto de la situación 4 semanas después de cuando empezó todo.

– Perdona, ¿me dejas mirar un poco a mí?
– (Con los ojos como platos y tras recuperarse) Cabezota, ¿eh?. Dale, dale.
– Es que me molesta justo aquí (poniendo el lector donde me molestaba). ¿Esa zona esté bien?
– (Completamente recuperado ya). No sé, tú me dirás…

Vamos que el tío se sintió vacilado, con razón, por mí. Pero yo ya estaba un poco harto de médicos que te mandan el tratamiento más común sin mirar un poco más, esperando que vuelvas más adelante para profundizar en el tema.

Me queda volver al traumatólogo con el resultado de la eco para que me diga cómo recuperarme. Es curioso. Cuando se trata de un tirón / distensión fuerte, hay que guardar reposo para evitar empeorarlo. Si se trata de una rotura, el reposo ya no es tan bueno, porque parece ser que se necesitan ciertos estiramientos para conseguir que las fibras cicatricen bien y no cicatricen de mala manera y queden más propensas a nuevas roturas. Esto es lo que me ha parecido entender hasta ahora.

Otra cosa que me mosquea mucho es que me parece que un tirón / distensión no viene acompañado de un hematoma, cosa que ocurre en una rotura. Si vuelvo a tener un “tirón”, pienso dejarme los vaqueros en casa e ir a todos los médicos en gayumbos, para que al menos se dignen a mirarme la pierna. Mirar una pierna. Prueba cara donde las haya.

On Fire (I)

July 7, 2012

Me desperté sobre las 3 de la mañana del miércoles al jueves con molestias para mear y en un costado. Empezando a estar acojonado por si todo iba a más, fui al baño y sin darme cuenta expulsé la piedra. Por si acaso, tomé una Buscapina para el dolor y me volví al sobre.

El jueves fui a la cita prevista con el urólogo. Me pidió volver a hacer una ecografía y una radiografía para ver el estado y aproveché la visita para dejar la piedra en el laboratorio para análisis.

Teniendo en cuenta que recogí la piedra a las 3 de la mañana tengo cierta preocupación sobre que el resultado del análisis diga algo como: “100% algodón. La muestra entregada por el paciente es una pelusa del pijama en lugar de una piedra renal. Estúpido.”

El viernes me acerqué al ambulatorio parar pedir las recetas de todos los medicamentos comprados para ver si podía recuperar algo del dinero gastado. Esto fue espectacular.

El médico de cabecera me pidió los informes y empezó la criba.

– No te receto Omnic porque no estoy de acuerdo con el tratamiento. No está demostrado que Omnic aporte nada en los casos de piedras renales. Nolotil no es el genérico. Buscapina no está soportado por la Seguridad Social. Te hago recetas para el resto.
– (Vaya, gracias por la receta del paracetamol que cuesta 2€ sin ella. A ver qué recupero del Omeprazol y del Enantyum, ya que del más caro, Omnic ya me has asegurado que nada de nada). Por cierto, estoy notando cierto picor / escozor que me hace tener ganas de ir a mear continuamente.
– Es posible que la piedra al salir, haya hecho pequeños desgarros y tengas una pequeña infección. Te receto un antibiótico y dentro de 10 días vienes con una muestra de orina para el laboratorio.
– (Vaya de nuevo. Yo venía a recuperar dinero y al final voy a gastar más. Estupendo.)

El resultado final fue recuperar 4.55€ de algo más de 30€. De ahí hay que restar 0.70€ del antibiótico. Vamos, que me gasté más en viajes y tiempo que lo recuperado.

No me termina de parecer bien que no me recete el tratamiento completo.

Primero, no me da ninguna seguridad que un médico te recete ciertos medicamentos mientras que otro te dice que no. Una piedra renal es lo suficientemente común como para tener un tratamiento estándar, en lugar de llevarse la contraria entre médicos. Tampoco es que se lleven la contraria. Simplemente se buscan excusas para no extender recetas.

Segundo, me parece muy ruin que mientras el seguro privado que tengo contratado se hace cargo de la asistencia en urgencias, el ingreso hospitalario y las pruebas realizadas, la Seguridad Social me racanee las recetas de unos medicamentos. Hijos de puta.

Actualización:
– Cuanto más lo pienso, más me encabrono con el médico de cabecera. Si me presento en el ambulatorio con una piedra en el riñón, me manda al hospital a que me trate un especialista. Si por los dolores, voy directamente a un hospital privado a través del seguro médico y el especialista me receta ciertos medicamentos, entonces el médico de cabecera sí se ve capacitado para rebatir el tratamiento del especialista. Ahí, con tres cojones.
– Cuando volví a la farmacia para el reembolso de parte del importe de los medicamentos que mi médico de cabecera tuvo a bien recetarme (gracias por la receta del paracetamol, me has salvado el mes), uno de los farmacéuticos me comentó que para otra ocasión (espero que sea dentro de mucho tiempo) existe un producto que según él funciona para disolver piedras: Slackstone II. Por lo visto, el producto permite preparar agua dialítica que disuelve los cristales existentes en el organismo, tanto en los riñones como en la vesícula, … La publicidad que tiene el producto me parece un tanto “chamánica” pero ahí lo dejo para el que se la crea o quiera probarlo.

Historia de un Cólico Frenético

July 3, 2012

Domingo, 4 de la mañana. Me levanto con un dolor infernal más abajo del estómago. Despierto a mis padres para que me lleven al hospital. Mientras me visto con algo aparece un gato en mi habitación. No tenemos gatos.

A esas horas no hago cola en urgencias y me atienden. Me toman la temperatura, tensión, análisis de orina y de sangre. Me abren una vía. Me pongo blanco y me pasan suero y calmante.

Diagnostico: cólico nefrítico. Me recetan 3 medicamentos distintos, me dan cita para el lunes por la tarde con el urólogo y, hala majo, para casa.

Al llegar a casa, el gato anterior nos espera en la puerta y vuelve a colarse dentro. Mi madre lo vuelve a sacar y esto ya se parece al comienzo de los dibujos animados de Los Picapiedra.

Domingo por la tarde. Tras 4h de dolores interminables en casa, vuelvo a urgencias a hacerles otra visita. Después de dar el informe que me dieron de madrugada y explicar la situación, me mandan a la sala de espera. No aguanto sentado así que decido añadir dramatismo a la escena y les pido algún sitio donde estar tumbado. Me pasan dentro y me ponen en una camilla. El médico que me ve me dice que para no jugar al pin pon conmigo me van a ingresar después de ponerme más medicación. Me abren otra vía por donde enchufan suero y la medicación. Esta vez olvido ponerme blanco. No importa, seguramente esté verde y es suficiente.

Estoy que me tiro por la ventana de dolor, pero recuerdo que estoy en un bajo y que si consigo abrir alguna ventana y saltar, el ridículo va a ser espantoso. Según van haciendo efecto los calmantes me quedo sopa. Me despierto con los gritos lejanos de la celebración del primer gol de España.

Me suben a mi habitación en silla de ruedas, aunque no es necesario. Nada más llegar, me traen la cena. Me dicen que el pis que haga que sea en la jarra que me dejan en el baño. Oímos gritos del segundo gol. Mi padre se hace con una tarjeta para la TV y consigue ver la segunda parte de un partido que daba por perdido. Medio veo el partido con molestias. España gana la Eurocopa 2012. Se llevan la cena tal y como vino. Para comer estoy yo. Al cabo de un rato mi padre se las pira a casa.

Comienza un nuevo festival de dolores y hago uso del pulsador de llamada a enfermera como si fuera el pulsador de un concurso de la TV. No muchas veces seguidas, pero sí una vez cada hora. A la cuarta vez la enfermera, a la que he pedido perdón por ser tan pesado pero es que estoy desesperado de dolor, me dice esta vez que aguante un poco y le avise en 10 – 15 min si sigo sin aguantar (o me voy a terminar todos los calmantes suaves intravenosos del garito y mi porcentaje de agua en el cuerpo va a ser despreciable en comparación con las porqueridas inyectadas). Aprovecho esos minutos para ir al baño y sin demasiado aviso, vomito la comida del domingo cuando ya es la 1 de la mañana del lunes. Confirmo que tengo que dejar de engullir como un pavo y masticar más. Aquello es demasiado identificable. Curiosamente vuelvo a la cama sin apenas dolores y m quedo frito.

Por la mañana llega el médico y me hace algunas preguntas. Decide hacerme una ecografía y una radiografía. Comienza “En busca de la piedra maldita”. Antes de las pruebas me traen el desayuno. Como con miedo a que me provoque nuevos dolores aunque parece ser que una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Me suben a una silla de ruedas y me exhiben un poco más por el hospital hasta llegar a las salas de pruebas. No es justo. Yo voy con la bata que me deja al aire el garaje pero me cruzo con gente vestida de calle que vienen al hospital de visita. Al menos voy sentado y no se me ve el trakas. Tampoco se me vería nada porque soy el protagonista de la película “No sin mis gayumbos”.

Las pruebas son rápidas y vuelvo de nuevo a la habitación a lomos de silla-móvil.

Me hacen la cama, me traen la comida. Como con más ganas pero sigo con miedo de que esto anime a la piedra a moverse.

Me visita el médico y dice que tengo una piedra de 4mm que es el límite para ser expulsada por uno mismo, sin tener que recurrir a otras putadas y que voy a quedarme otra noche en el hotel.

Voy a mear y veo que la jarra ya permite poner un puesto de limonada para el resto de clientes.

Me traen gayumbos limpios de casa y me hago a medias la limpieza del gato. Subiéndome la bata, consigo medio lavarme de cintura para abajo. No me puedo quitar la batamanta porque todo el rato estoy enchufado al perchero del suero. Las esponjas desechables que me han dejado molan. Vienen con el jabón incorporado así que se usan directamente mientras te duchas.

Me visita la enfermera y tras tomarme temperatura y tensión (parezco un coche en el taller) me dice que andar es bueno porque puede facilitar el movimiento de la piedra. Agarro el perchero y salgo de mi habitación a andar un poco. Estoy sexy en mi batamanta, pero yo cobro por el espectáculo completo, así que debajo sigo llevando los gayumbos. A pesar de todo, una enfermera me ofrece ponerme una segunda bata para cubrirme. No será por los gayumbos. No sé si bonitos, pero limpios seguro. Sin frenazos ni nada similar.

El perchero del suero tiene una maquinita que lo controla. Mi paseo no le hace gracia al mío y se pone a pitar por mucho reinicio, solución universal donde las haya, que le hacen. Las ruedas del perchero tampoco colaboran y no ruedan. Busco los boxes para un cambio rápido pero no los encuentro. Andando con el perchero parece que voy a clavar una bandera en alguna tierra no conquistada.

Tengo visita de mi familia. Nos hacemos fotos conmigo, mi batamanta y mi perchero  en medio para reírse de mí. Cabritos.

Me han traído el Kindle que compré hace poco y el cargador del móvil. Pongo a ambos en un altar.

Mi madre entra un momento al baño y sale diciendo que quiere el neceser que el hospital ha dejado en él. Su hijo moribundo y ella quiere el neceser de casi usar y tirar. Supongo que quiere amortizar a su hijo. Prometo dejárselo en herencia. Por ahora es mío.

Llega la cena. No me termino de creer que el segundo plato de un hospital sean calamares fritos. Esto parece un chiringuito playero. Los calamares engañan. He comido chicles que se deshacían antes.

Sigo haciendo tiempo leyendo con el Kindle y el móvil. Quiero que la piedra se mueva y se pire pero solo de pensar en que se mueva y vuelva el dolor me pongo malo. Me daría a la bebida pero no consigo encontrar el minibar en la habitación. Pondré una reclamación.

Paso la segunda noche sin novedad. Finalmente me dan el alta junto con nueva medicación y una cita con el urólogo.

Por lo visto, la piedra es mía y me la llevo (aunque prefería dejarla aquí).

Ergh, a ver cómo termina esta historia.