Vuelvo a estar motorizado. Después de pensarlo bien, ver la ventajas y desventajas y lo que necesito actualmente, decidí volver a comprar una moto. Como quería una moto que no estuviera limitada a la ciudad, he comprado una moto de media cilindrada.
Ahora, cuando no voy en metro, voy con un trasto de 650cc, 84cv y 250kg en orden de marcha (con el depósito lleno, 19l). Un trasto que casi siempre conduzco con la misma agresividad que transmite la estampa de una abuelita haciendo punto en una mecedora al lado de la chimenea.
Teniendo en cuenta mi historial de caídas con la moto anterior, estoy seguro que no tardaré en estrenar ésta. Pero firmaría ahora mismo tener sólo ese tipo de incidentes ya que dichas caídas fueron siempre en parado, es decir, que en un despiste la moto se inclina más allá de lo que yo soy capaz de aguantar y la moto acaba en el suelo. Pero sólo la moto. Yo no. Una cosa es que yo no pueda con el peso de la moto y otra que no me quite después de tirar de ella todo lo posible para que al menos caiga lo más suavemente posible (que tampoco suele ser muy suave).
La moto tal cual.
La moto con mochila sobre-depósito y el casco.
De momento sólo uso la moto el fin de semana y a veces entre semana si tengo que ir a algún sitio al salir del trabajo.
Cuando he salido a carretera me he dado cuenta de que tooooodos los moteros con los que te cruzas te saludan con la mano. Me temo que quedaré como un borde, pero ni de coña suelto el manillar para saludar a desconocidos. Además, yo no soy ningún motero, tengo moto porque me gusta pasear en ella y porque en muchos casos me parece un sistema de transporte muy práctico (aunque también peligroso).
Otra cosa que me ha sorprendido es la diferencia de aceleración entre cualquier coche y la moto. Adelantar un coche en carretera es menos estresante en moto que en coche. Necesitas mucho menos tiempo para el adelantamiento. Y otra más, lo cansado que es hacer kilómetros en moto por carretera.