Archive for August, 2008

August 27, 2008

SWEATER

I was at the gym the other day and there’s a great new machine. I could only use it for an hour though as I started to feel sick! It’s really good though, it does absolutely everything…

KitKats, Mars Bars, Snickers, Twix and Crisps!

Periódico METRO (Fri, Aug 22, 2008) – SMS enviado a la sección breves de la página de cartas.

Polandia VI – Fin

August 24, 2008

Tráfico

Tras ver cómo conducen los polacos, los españoles nos vamos a tener que esforzar mucho para seguir a la cabeza de los países europeos en los que peor se conduce. Lo que más me llamó la atención fueron los adelantamientos en carreteras de un carril para cada sentido. Por lo visto es normal utilizar los arcenes de forma que los coches los usan para facilitar los adelantamientos. Esto significa que en no pocas ocasiones se encuentran tres coches en una carretera de dos carriles. El que va en un sentido, el que adelanta a ése y el que viene de frente. ¿Quién dijo miedo?

Ciclistas Multados

Un tío que sale del trabajo, llega a su casa y decide salir a pedalear un rato. Guardia sale del trabajo. El ciclista sale de su portal y casi sin empezar a pedalear, coge la dirección prohibida de su propia calle (calle pequeña). Se cruzan, el guardia pone cara de “¿Pero qué estás haciendo piltrafilla?” y le hace pararse para darle una de tantas recetas estúpidas que suelen dar los guardias.

La foto es de cuando el guardia verifica la matrícula del denunciado…

Delikatesy

Los Delikatesy no son Delicatessen, sino el badulaque de Apu.

Off License

Los bancos son “pecao”

Mimos

Un mimo

Dos mimos

¿Tres mimos? 😯

Mazurkas

No se vaya sin conocerle…

Polandia V – Milk Bars

August 17, 2008

Los Milk Bars son restaurantes que sirven comida típica polaca tirada de precio y que vienen de la época comunista. Se conocen como milk bars porque no sirven alcohol (ni una cervecita ni nada). Son un buen sitio para ir a comer por hacer la gracia, porque son muy baratos y porque en los grandes restaurantes (a los que tan asiduo soy… o no), no me veía comiendo algo típico de Polandia.

Cuando llegué, sabía dónde estaban tres de estos milk bars en el centro de Cracovia, y ahí que fui. Uno de ellos es fácil de encontrar porque está a simple vista en una de las calles principales que llegan a la “plaza mayor”.

Los otros dos que conocía y que encontré por Internet estaban más escondidos.

Y si los encuentras en Internet, es que ya son turísticos (por cierto, la página muy desagradable con esos ruidos que le han puesto). Aún así, la moto de reparto tiene su punto (su punto terrorífico con esa abuela que quiere ser tierna pero que da miedo).

Que empiecen a ser turísticos (siguen un tanto escondidos), no implica que hayan dejado de ser un reto. Porque leer el menú y elegir lo que vas a comer al azar, es lo mismo. En uno de ellos tenían el menú de servicio a domicilio traducido al inglés (los precios en złoty).

Tras releer unas 20 veces el dichoso menú y pareciendo Chiquito de la Calzada con mis idas y venidas a la barra para pedir, encontré un cartel que parecía tener las especialidades o los platos típicos. Algo similar a (pero no era éste)

Encontré Bigos (Polish Hunter Stew) en él. Más o menos sabía lo que era pero había dos versiones. Una con un nombre más largo y algo más cara. Así que pensé que tendría algo más y decidí pedir ése. El sistema para pedir era hacer cola en la barra cual McDonald’s. Y el sistema para recoger tu plato es que al pedir y pagar te dan un número y cuando tu plato sale de la cocina, cantan su número y si es el tuyo, te acercas a recogerlo.

Como el sistema podía ser un tanto confuso para los no aborígenes, han añadido una pizarra electrónica (como lo que hay en muchas carnicerías), y además de cantar el número, se dignan a ponerlo en la pizarra.

Con la tensión del momento, pedí, pagué y me fui a esperar a la mesa que había encontrado libre. ¿Y mi número? Mierda. O no lo cogí o no me lo dieron. Plan B. Estar al loro de un plato huérfano que salga de la cocina. Y ahí estuve viendo cómo salían platos. Incluso alguien pidió una especie de magdalena del tamaño de una calabaza. Qué malo es pedir “a ciegas”…

Ése fue el primer pensamiento. Al cabo de un minuto, el segundo pensamiento fue: Por favor, que ese plato no sea el mío. No quiero ser yo el que tenga que ir a recoger eso a la barra…

Al ver que nadie reclamaba la magdalena gigante, me acerqué a la barra y pregunté si aquello era lo que me temía. Premio para el caballero. Lo cogí y volví a mi mesa sin levantar mucho la mirada.

Al sentarme, miré un poco a mi alrededor y ante unos que hablaban inglés entre ellos y que estaban mirando mi plato, me encogí de hombros en plan “¿Y yo qué sabía?”. Y uno de ellos me contestó: “Looks nice”. Cachondeíto encima…

A pesar de todo, la elección fue un acierto. Una vez quitada la tapa a esa especie de pan payés y ver el interior, el plato era muy bueno y más original que los que estaba viendo a mi lado (aunque un poco fuertecito para el calor que hacía fuera).

Alguna otra cosa que probé.

Gołąbki o Golumpki: carne picada y mezclada con arroz envuelta en hojas de repollo hechas al vapor. Muy rico.

Pierogi: muy ricos aunque en la foto tampoco es que parezcan nada del otro jueves. Son los raviolis polacos y pueden estar rellenos de carne; de queso, cebolla y patata (Ruskie pierogi, los mejores); de repollo y champiñones, …

Una especia de morcilla abierta y que no fue una gran elección… (ojo con el barquito de la bebida, bebida que es muy común y que llaman kompot)

Y para terminar con otra parida, el agua servida es agua con gas si no se dice lo contrario.

Polandia IV – Una Vuelta por Cracovia

August 13, 2008

Una vuelta rápida por el centro de Cracovia y poco más.

(La respuesta es sí: pienso llegar a Polandia VI aunque sea inventándome cosas, porque no tengo nada más que contar).

El “casco viejo” de Cracovia no se llama casco viejo. Se llama Stare Miasto. Cosas de los idiomas.

Está rodeado por el parque Planty.

Y dentro del Stare Miasto está el Wawel Castle y la Wawel Cathedral (enlace en perfecto polaco, por cierto).

En ambos sitios, las fotos en interiores están prohibidas. Total, para las castañas que me salen, lo mismo da.

En el castillo puedes ver las habitaciones reales, que se dividen en públicas y privadas. Las privadas ya no lo son tanto, evidentemente. Hay otras exposiciones como las Armas y el Tesoro de la Corona (toma del frasco). En ésta última exposición puede verse la espada utilizada para las coronaciones de los reyes polacos. Pedazo de espada (se me escapó la foto en interior). Incluso se pueden ver los zapatos que llevaba uno de los reyes el día de su coronación (diminutos). Y el tamaño de las espadas expuestas no cuadra con el tamaño de los “patucos” de la coronación. Debían ir arrastrando las espadas de mala manera todo el rato…

En la sección de armaduras llegó el momento culminante de la visita cuando una guiri le suelta a sus amigas:

– ¡¡Look at those tiny arms!! ¿Would it be a kid’s armor?

¿Ein? ¿Pero tú eres tonta? Eso me pasa por volver a pegar la oreja. Algo más dijo sobre las beautiful flechas y quién pensaría que eran para matar… Toda una líder del grupo “guiril”.

Pegado al centro de la ciudad, está el barrio judío, Kazimierz, que puede estar bien para dar una vuelta. O al lado del río.

La ciudad tiene tranvías. Unos bastante viejos y otros bastante nuevos. Van por unas vías muy monas en el centro de la ciudad y por unas señoras vías en cuanto se alejan un poco (y esto es lo que se llama un párrafo de triste relleno).

Algo que llama la atención en la Polandia que tuvo el horno de mi visita, es que muchas fachadas están destrozadas aún cuando las casas por dentro estén perfectas.