En realidad es “que vienen los hindúes”, pero eso no vende ni la mitad. Y yo estoy aquí por dinero.
La cuenta / sección / departamento irlandés de la empresa en la que trabajo se dedicaba al desarrollo y mantenimiento de unos pocos módulos de una aplicación grande. Ahora la empresa ha decidido que los componentes son ya maduros, que se los llevan a la India y que nos encargaremos de otra aplicación totalmente distinta.
Con lo de componente maduro, aún estoy decidiendo si se refieren a que ha conseguido cierta estabilidad y tiene menos fallos o a que está tan maduro que no le queda nada para empezar a romperse por todas partes y empezar a chorrear pringue.
Así que todos en general y algunos en particular estamos en un proceso de transferencia de conocimiento de dichos componentes. Para ello, han venido 4 hindúes a recibir esta transferencia. Yo creo que es un marrón para ellos, pero menos formación tuve yo (y así estoy viéndolas venir).
Se ha dividido “el conocimiento”, juasjuasjuasjuasjuas, en un montón de presentaciones que se les expondrán durante 6 semanas para que lo flipen en colores.
Y dividiendo, dividiendo, a mí me ha tocado de momento preparar y más adelante presentar alguna de ellas. Y por si fuera poco y debido a mi gran conocimiento de la aplicación (o porque no había otro), me han asignado a uno de ellos como buddy para que le explique un poco los procedimientos que seguimos y me pregunte las dudas que pueda tener. Contestaré a sus dudas con las mías. Esta batalla la tengo ganada. Veremos qué pasa con la guerra.
Como introducción, el otro día estuve una hora con él intentando hacer algo sencillo. Intentando, porque en esta empresa, cualquier chorrada se convierte en una odisea.
Y no tenía yo bastante con tener que mal hablar en inglés sobre algo que no conozco, que encima resulta que los hindúes afirman con el mismo gesto de cabeza con el nosotros negamos. Y hacer el paripé mientras el tío no para de mover la cabeza “afirmando” que entiende cuando yo interpreto un insistente gesto de NO, complica mucho cualquier intento de concentración para decir lo que sea.
Cuando me dí cuenta de esta diferencia cultural, no sabía si seguir hablando, ponerme a reír o a llorar. ¡¡Tío!! ¡¡Deja de mover esa cabeza tuya que me estás mareando!!
Además, teniendo en cuenta el ejemplo que me ha tocado para enseñarle los procedimientos que usamos y mis dotes pedagógicas, no necesita mover la cabeza para ningún lado. Yo estoy seguro que no se entera de nada. Porque lo que le cuento ni siquiera debe tener mucho sentido.
Con este éxito, en los momentos en los que no están asistiendo a una de las presentaciones, yo me quedo muy quieto en mi escritorio en un intento por mimetizarme con el entorno y ocultarme de mi nuevo mejor amigo laboral y de sus posibles preguntas.
Yo entiendo que hablan entre ellos y que ahora mismo, soy el que menos seguridad les da a la hora de hacer preguntas. Así que lo mejor va a venir cuando llegue el día de mi primera presentación y me vean aparecer por la puerta. Con toda seguridad voy a asistir a un espectáculo que poca gente ha visto antes. Ver como 4 hindúes morenitos se quedan más pálidos que las paredes de un hospital. Claro que después de eso, y tras dos frases, ellos verán como me desmayo yo.
Lo que no saben es que la primera presentación es la que tengo más o menos preparada. Para las otras, estoy pensando seriamente contratar a unos payasos y una cabra. Mientras ellos actúan, yo estaré en un discreto segundo plano con un aro en llamas haciendo que la cabra pase a través de él.