INGREDIENTES
Para la cobertura
– 75 g de mantequilla
– 125 g de azúcar moreno (mejor pasado por la batidora)
– 2 cucharadas soperas de whisky
– 4 peras grandes y maduras (yo creo que con 3 sobra). Es más, yo he usado una lata de peras en almíbar de 460 g (en seco).
Para el bizcocho de jengibre
– 100 g de mantequilla
– 175 g de harina normal
– 1/2 cucharada de café de bicarbonato de soda
– 1 cucharada sopera de canela molida
– 2 cucharadas de café de jengibre molido
– 1/2 cucharada de café de nuez moscada
– un pellizco de clavo molido
– 2 huevos batidos
– 175 g de azúcar moreno (mejor pasado por la batidora)
– 125 g de melaza negra (black treacle)
– 200 ml de leche
– 2 cucharadas soperas de whisky
La tarta se puede acompañar con nata montada.
La melaza es un espeso sirope de azúcar que se parece al alquitrán y que al menos a mí me sabe un poco a regaliz.

PREPARACIÓN
Cobertura
Fundir la mantequilla junto con el azúcar en un pequeño cazo a fuego lento hasta que burbujee. Dejar durante unos minutos burbujeando, removiendo de vez en cuando, hasta obtener una textura cremosa y un color a toffee. Añadir el whisky y remover. Verterlo sobre el molde, de unos 23 cm de diámetro y engrasado con mantequilla, y esparcirlo por la base.
Colocar las peras en mitades alrededor de la base, con el corte hacia abajo y con el rabo (que no deberían tener a estas alturas) apuntando al centro. Presionar un poco para que queden bien firmes y no se muevan al echar luego el bizcocho de jengibre.
Bizcocho de jengibre
Fundir la mantequilla y dejar enfriar.
En un bol, mezclar la harina con el bicarbonato de soda, la canela, el jengibre, la nuez moscada y el clavo.
En otro bol, mezclar la mantequilla con los huevos batidos, el azúcar, la melaza, la leche y el whisky.
Verter poco a poco el segundo bol con el primero de la harina e ir removiendo hasta obtener una mezcla homogénea (lo que se pueda). Echar esta mezcla en el molde sobre las peras.
Hornear en horno precalentado a 180 grados durante 45-55 min o hasta pinchar un cuchillo y que salga limpio. (Si se han utilizado peras en almíbar, quizá es mejor tender hacia los 60 min porque habrá más líquido en la tarta).
Al sacar del horno, dejar reposar unos minutos antes de desmoldar. Y antes de hacerlo, pasar un cuchillo por el borde para asegurar que no está pegada al molde por ningún sitio y dar la vuelta para que la parte plana con la peras colocadas quede a la vista.
Dar la vuelta a la tarta con cuidado. No importa que ese día hayas decidido que no tienes sueño, te hayas puesto a cocinar de madrugada y le vayas a dar la vuelta a las 3 de la mañana. No hacer el idiota y quererlo hacer rápido porque el molde quema. No. Nada de esto o el resultado será quedarse a las 3 de la mañana con cara de imbécil mirando cómo la tarta se ha resbalado y en lugar de estar donde debería, su plato, ha aterrizado en la encimera. Como por ejemplo,

Tras la desesperación del momento, al menos probar qué tal ha quedado y si hay algo que mejorar para la siguiente. Especial atención a esa pedazo de cuchara de Tesco (4 cucharas, 1 €)

Una vez arreglado el despropósito (limpiar todo y deshacerse del cuerpo del delito), en un segundo y exitoso intento (al día siguiente), la tarta queda como sigue


La tarta puede tomarse caliente o dejarse enfriar y que las peras absorban los jugos de la tarta. En un recipiente hermético puede aguantar 5 – 6 días.
Digamos que la fuente de esta receta es http://www.scotlandforvisitors.com/recipes/peargingerupside.php.